Ante nosotros se exhiben manuscritos originales de manga. Estos manuscritos ofrecen una visión transparente del proceso de creación del manga, como por ejemplo la forma en que se corregían los errores con líquido corrector.
Una vez completado, el manuscrito se enviaba al editor, lo que marcaba el inicio del proceso de publicación. Conseguir estos manuscritos de manga para una exposición suele ser muy complicado, ya que normalmente han sido archivados por las editoriales. Ha sido una gran suerte haber logrado adquirir estos para exponerlos.
Vamos a mirarlos ahora de cerca y veremos trazos de lápiz que han sido borrados. Podemos estudiar cómo el artista dibujó los ojos y otros detalles con trazos finos, encontrar puntos donde el artista corrigió errores, y observar cómo se ocultaron esos cambios con el líquido corrector. Algunas páginas tienen incluso sellos del editor, que nos indican qué compañía iba a usar el manuscrito. Esto nos ofrece una visión única de cómo trabajaban los artistas de manga antes de que los ordenadores se convirtieran en algo habitual en la creación y publicación de manga.